El otro damnificado, entre tantos, es el investigador Sebastián Jarré. Jorge Diaz Crespo, desde su canal de Youtube y desde su página web se pasa desde hace años atacando a Jarré, al que considera su archienemigo, porque piensa que es el autor que se oculta tras la página famosa de alquimia Rhoend.com a la cual envidia desde hace años.
Los alquimistas, incapaces de saber quien se oculta en dicha Web, a veces culpan a Jarré, otras a Moguillansky, y otras a un oscuro y misterioso adepto de llevar adelante la página de alquimia más popular en lengua hispana.
Nosotros conocemos a Rhoend y sabemos cómo se llama y donde vive y no tiene nada que ver con Jarré, como el mismo declaró en su día en varios videos públicos. Pero no fueron suficiente para evitar que Crespo continuara su campaña de difamación de Jarré una y otra vez.
Este malhechor de Crespo, cuyo único ansia en la vida es desprestigiar a los investigadores serios para no sentirse tan poca cosa ( que lo es) y por eso su deseos groseros de conducir a todos a su podredumbre de persona.
A Rhoend lo culpan de vender libros en 900 dólares. Ese es todo su pecado.
Pero allá ellos quienes lo compren, y tampoco hay evidencia de tales cosas. De hecho, si se consulta en Amazon sus libros no superan los 150 dólares con grandes ilustraciones y fotografías de procesos alquímicos en lenguaje moderno.
Por otro lado, el que lo acusa es alguien que comercializa cursos sobre como colgar telas de lino para atrapar esencias invisibles del aire en 3000 euros. ¿No le da vergüenza desprestigiar a alguien cuando hace cosas mucho más terribles?. No contento con estas estafas, te adivina la suerte con tarot y clarividencia falsa y es cazafantasmas.
Acá lo vemos colgando las telas de lino donde buscó un incauto a quien venderle el cuento de que es el alquimista en poder de un elixir de vida eterna, aunque se lo ve más pelado cada día.
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